Hace más de una década el portal japonés de vídeos Niconico, enfocado en el anime, los videojuegos y la música pop, puso en funcionamiento un sistema que permitía a los usuarios escribir comentarios directamente sobre las imágenes de los vídeos. Tras el éxito de esta nueva tecnología, numerosos portales de vídeo en China como Bilibili, Youku o iQiyi incluyeron esta opción, proponiendo una nueva forma de ver contenidos denominada danmu (traducible como aluvión, aunque se conoce como pantalla de balas). En la actualidad, las plataformas con este sistema permiten a los usuarios no solo fijar el momento en el que aparecen sus comentarios, sino también configurar el tamaño, la posición, el ritmo o el tiempo que duran en la pantalla.

Especialmente popular entre los jóvenes, el danmu ha tenido un gran impacto en la cultura digital China, transformando los contenidos audiovisuales en espacios de interacción social en los que es posible compartir y responder comentarios. Los usuarios establecen y reconfiguran así los significados de los contenidos audiovisuales de una forma más dinámica y específica, ya que se generan auténticas comunidades dentro de determinadas partes de los vídeos. De ahí que la visualización de los comentarios que sobrevuelan en la pantalla pueda llegar a ser incluso más interesante que el propio vídeo.

Tal tendencia ha conllevado el aumento de usuarios en muchas plataformas de vídeo e, igualmente, ha favorecido la popularización de muchos vídeos gracias al danmu. La habilitación de esta tecnología, por tanto, se ha convertido en una oportunidad para incrementar el flujo de usuarios y clicks de muchas plataformas online de vídeo. No es de extrañar que Bilibili, la primera plataforma china que habilitó este sistema, sea actualmente uno de los sitios webs más populares.

En contrapunto, el danmu también se ha calificado como un sistema que distrae a los usuarios y dificulta la visualización de los vídeos. La gran cantidad de comentarios que se acumula en determinados fragmentos genera una capa textual capaz de vampirizar las imágenes del vídeo. En los casos más extremos, la densidad de los comentarios puede ser tan grande que prácticamente es imposible leerlos, ya que los textos aparecen solapados.

Al fagocitar la imagen, el sistema danmu supone una subversión de la estética y una apropiación del contenido original, lo que ha generado una alarma en la industria audiovisual. Algunas voces críticas de este sector consideran que los significados de las obras audiovisuales solo se pueden renegociar en sus periferias, por lo que no consideran a la cultura danmu como una forma para empoderar a los espectadores a través de un nuevo espacio de interacción social, sino más bien como una amenaza que puede distorsionar los significados de las obras. En este sentido, el director de cine He Ping declaraba en el New York Times que “si las pantallas bala se extienden en el futuro, deberían estar primero autorizadas por los guionistas y los directores del film”.

La temática de los comentarios, por último, también es uno de los problemas que destacan muchos detractores de esta tecnología. La posibilidad de insertar textos con fines publicitarios, la aparición de información personal de los usuarios para ligar o, simplemente, textos que generan ruido, pueden distorsionar y difuminar aquellos comentarios que aportan nuevos significados a los vídeos.

Por ahora, si bien se plantea un interesante debate en torno a este sistema, la solución a gran parte de los aspectos negativos de la cultura danmu parece bastante sencilla: desactivar la opción y visualizar el vídeo sin comentarios.